Jorge Salán. Foto: Alfonso Dávila
El genial guitarrista Jorge Salán compartió hace unos días en su página de Facebook un interesantísimo ensayo en el que analiza el estado actual de la música, llegando a la dura conclusión que habéis podido leer en el titular.
Tras cosechar un gran éxito en las redes sociales, traemos esta lectura a MariskalRock, obligada para todos aquellos que amamos (y vivimos) esta manifestación artística.
“Si, habéis leído bien.
Se habla mucho de este tema últimamente. Por eso me apetecía escribir este artículo donde digo mi más sincera opinión al respecto.
Si a alguien os interesa, solo necesitáis 5 minutos de vuestro tiempo.
SI MUERE LA MÚSICA, ¿ES CULPA DE TODOS?
No suelo escribir artículos de opinión pero ¿por qué no hacerlo si tengo la suerte de poder llegar a muchas personas a través de redes sociales y, de esta manera, intercambiar opiniones o simplemente hacer reflexionar a alguien?
Hagamos un breve resumen de lo acontecido en la historia de la música desde comienzos del siglo pasado hasta la actualidad.
Desde mediados del siglo XIX, Estados Unidos recibiría a más de 600.000 esclavos de distintos puntos de África hasta sumar, en 1860, una población de cuatro millones de personas viviendo en un régimen de esclavitud. También millones de irlandeses llegaron a Norteamérica forzados a emigrar por el hambre. Las raíces musicales de estas dos culturas tuvieron una influencia fundamental en lo que se estaba forjando: El Gospel, el Blues y el Country.
La música Góspel nace de la tradición de “espirituales negros”, una música arraigada al sufrimiento de generaciones de esclavos africanos, provenientes de Mali o Senegal, que fueron arrancados de su tierra y deportados a los países de América para ser esclavos en las plantaciones. Una vez allí, fueron dispersados para evitar que se comunicaran verbalmente y así instigar las revueltas.
La gente trataba de animarse por medio de la música, tocaban canciones de su lugar de origen. Por ejemplo, la música y letras de Mali tenía que ver con el Blues porque surge de la melancolía (expresiones como: “De donde vengo”, “que voy a hacer ahora”, “estoy lejos de casa…”). Otra de las características que tiene la música maliense es la escala pentatónica (la escala más usada en el Blues y en el Rock). Un rasgo característico del Blues es el uso extensivo de las técnicas expresivas de la guitarra y de la armónica, que posteriormente influirían en estilos como el Rock And Roll.
Robert Johnson
Dicho esto, hablemos de los primeros artistas de blues que se conocen: W.C. Handy, Charley Patton, Son House o Robert Johnson, por nombrar solo a unos pocos. Estos artistas fueron creando esos riffs y obras que influirían, posteriormente, a los padres del Blues/Rock: Muddy Waters, Howlin’ Wolf, Chuck Berry, Etta James, Albert King… Músicos únicos y genuinos que más tarde influirían a su vez a grupos posteriores como The Rolling Stones, The Beatles, Black Sabbath, Creedence Clearwater Revival, Eric Clapton o The Allman Brothers.
En un periodo de 100 años (desde 1880 hasta 1980), lo que ha ocurrido en la música es algo increíble que no hemos terminado de asimilar. Se pasa del invento de Edison (el fonógrafo, en 1870) a la grabación de las primeras obras de Blues, tan solo 30 años después. Un poco más adelante, se empiezan a crear los primeros estudios de grabación donde toda la interpretación se recogía por un micro en vivo y en directo.
A principios de 1950, llegan las compañías discográficas esenciales para entender la música del siglo XX, por ejemplo Chess Records, que dio a conocer a los padres (una vez más nombro a Muddy Waters, Howlin’ Wolf o Willie Dixon) de lo que más tarde se conocería como Rock And Roll (término popularizado por el disc jockey Alan Freed). El mundo atesora en este tiempo estrellas del Rock como Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, Buddy Holly, Little Richards, Eddie Cochran y, por supuesto, Elvis Presley.
El Rock´n´Roll se convierte en la salvación de la juventud estadounidense. Por primera vez, una música se dirigía directamente a ellos y hablaba de sus problemas. Fue increíble cómo una música ayudó tanto a eliminar la segregación racialen Norteamérica. Solo hacía falta un tipo con una guitarra eléctrica tocando Johnny B. Goode para que el público se olvidase de todos los prejuicios raciales.
Buddy Holly (centro) en directo
En 1960 llega la Motown, el Funk, el Soul y toda la explosión de Blues en Inglaterra.
En tan solo 20 años, ya en 1980, se pasa de grabar discos en 4 pistas a tener pistas ilimitadas en los estudios de grabación, es decir, se pasan de tener equipos con los que en conciertos no se oye nada a tener equipos capaces de ensordecer a 100.000 personas.
Se crean los primeros videoclips, montajes de luces… Nacen multitud de géneros y expresiones artísticas como el Rock Psicodélico, Rock Sinfónico, Punk Rock, Folk Rock, Hard Rock, Heavy Metal, y nacen artistas y bandas como Jimi Hendrix, Pink Floyd, Led Zeppelin, Deep Purple, Black Sabbath, Queen, Judas Priest, Sex Pistols… Se facturan más discos que nunca en la historia y que, a día de hoy, se consideran grandes clásicos e incluso obras de arte. ¡En tan solo 100 años!
De 1980 al año 2000 se sigue desarrollando la música y se hacen obras impresionantes. El Rock estaba en auge. Listas de éxitos de todo el mundo encabezadas por grupos como Scorpions, Bon Jovi, Guns & Roses o Whitesnake (por citar solo a algunos). Los mejores discos o videoclips nunca hechos(como Thriller de Michael Jackson). Y además salían nuevos géneros como el Thrash Metal con Metallica y el Grunge a principios de los 90, con Nirvana o Pearl Jam.
Metallica en los 80s
Y, a principios del año 2000, llega internet. El avance de la tecnología. En tan solo 15 años de su llegada, se habla de muerte del Rock por todas partes. Una evolución artística de cien años que, curiosamente, se ha visto afectada con la llegada de la tecnología.
Lo ocurrido desde 1880 hasta el 2000 en el mundo de la música es algo que aún no hemos asimilado, y estoy seguro de que se estudiará en los libros de los colegios y universidades del futuro, al igual que hoy se “estudia” la música clásica. Marco las comillas porque actualmente a los chavales les hacen soltar de memoria en un examen en qué año nació Beethoven o Bach, y muchos salen del instituto sin haber escuchado ni saber reconocer un poco del estilo de cada uno. Me pregunto si le hubiese gustado al genio Johann Sebastian Bach que se enseñase de esa manera su trabajo.
Dudo mucho que en los colegios de 1780 estudiaran a Mozart como un clásico. De hecho, hasta el propio Amadeus tuvo que aguantar restricciones a su propia música por sus mecenas (llegaron a decir de alguna de sus obras que tenía demasiadas notas). Ese tipo de comportamientos infames se han dado miles de veces a lo largo de la historia; cuando le dijeron a Freddie Mercury que tenía que acortar “Bohemian Rapshody”o, ya fuera de la música, cuando le dijeron a Michael Jordan que no valía para el baloncesto, por citar algunos ejemplos.
Por eso no se estudia todo lo que ha ocurrido en este siglo pasado, primero tiene que haber un proceso de asimilación, sobre todo si todo ha sido tan bueno y en tan poco tiempo.
Bruce Dickinson en el estudio de grabación
Mucha gente cae en ese inmenso error de que “ya no hay músicos como los de antes”… Francamente, no creo que la gente creativa solo salga en una determinada época de la historia. Mirad los créditos de un disco de los Eagles o de Bryan Adams, Motley Crue o Metallica. Las fechas de grabación y producción de esos álbumes suelen ser de un mínimo de 6 meses donde hay un equipo de muchas personas (ingenieros, productores, arreglistas, compositores, diseñadores, fotógrafos, grandes estudios de grabación…) trabajando para que el resultado del disco que llegase a tus manos fuese uno de esos discos que hacen historia. Si los jóvenes artistas de ahora tuvieran estas mismas oportunidadesy tiempos que tuvieron estos otros grandes músicos que acabo de citar, nos llevaríamos muy gratas sorpresas. Pero ¿cómo podemos pretender que salgan artistas como los de antes sin una industria que se encargue de encauzar la creatividad? Los nuevos talentos están en los rincones de vuestra ciudad esperando su oportunidad.
Actualmente, grandes artistas dicen textualmente: “Si U2 hubieran tenido que tener éxito a día de hoy, U2 no existiría” (U2); “Me siento enormemente privilegiado de haber nacido en 1943 y no 1983. Haber estado presente cuando había un negocio de la música, y no había sucedido todavía su absorción por parte de Silicon Valley, y aún podías vivir de escribir y grabar canciones y de tocarlas para la gente” (Roger Waters). Todo esto lo dicen porque la gente ya se ha acostumbrado a no pagar por la música, y no lo dicen por ellos (que tienen su vida resuelta) sino por las generaciones venideras de músicos.
Hace años se tomó a la ligera, pero ya está demostrado, que la música gratuita no ha servido para mejorar la cultura musical del grueso de la población. Todo sigue siendo el mismo negocio de siempre donde la publicidad juega el papel fundamental. Es lógico que si vas a una tienda de chaquetas(por poner un ejemplo) y todas son gratis, te cueste elegir cuál es la que más te gusta, y también que, cuando las tengas en casa, no la valores por el hecho de que no te ha costado nada conseguirla. Pues esto es lo que pasa con miles de canciones que mucha gente tiene en sus móviles u ordenadores. ¿Os imagináis a una banda novel, llevando a día de hoy, un tema a una radio o discográfica, con una intro instrumental de 5 minutos como “Shine on your crazy diamond” de Pink Floyd para que les den una oportunidad? Honestamente, creo que les lanzarían el pen drive a la cara y les dirían que les lleven un single de 3 minutos. Esa obra maestra de Pink Floyd, se hubiera diluido y perdido en esa maquinaría del “dame algo ya, fácil y que se me quede pronto. No me hagas pensar mucho que no tengo tiempo”.
Al igual que mucha gente que ya ni si quiera da una oportunidad de más de una escucha a nuevas obras en medios como Spotify. Pero a pesar de todo, hay gente que sabe utilizar estos medios de música streaming para aprovecharlos, pero suelen ser los que ya tienen un gusto forjado.
Toda esta depreciación y devaluación de la música ya tiene sus consecuencias. La primera y más grave es quitar o sugerir quitar la música como asignatura en las escuelas, cuando estádemostrado que estudiar música desarrolla la inteligencia, entre otras muchas cosas buenas. Lo explica muy bien Daniel Barenboim (pianista y director de orquesta actual) en el fragmento de esta entrevista: “…No hay la más mínima educación musical. Hoy en día se puede ser culto y tener conocimientos de filosofía, literatura o ciencias, sin tener el más mínimo contacto con la música. Que es lo que pasa con la gran mayoría de los políticos.
Es curioso el florecer que hay en un país después de, por ejemplo, una dictadura (como ocurrió en éste). La gente valora su libertad de un modo nunca visto, seguramente por no haberla tenido o haber estado coaccionada. Cuando ves en video imágenes de los míticos conciertos de Obús, Asfalto, Barón Rojo o Miguel Ríos en los años 80, te das cuenta de lo que simbolizó el Rock para miles de jóvenes en nuestro país. Ves como vivían y sentían la música y todo lo que éstaconllevaba. Puede que cuando se estudie y se recuerde “la que se lió” en el siglo XX con la música, se vuelva a valorar lo que un día fue la música hecha con el corazón.
Pero hay una pregunta que planteo: ¿Es el público de hoy en día (incluidos esos viejos rockeros que dicen lo del “yo era de los Deep Purple”) como el de antes? Creo que para la gente de 50 a 70 años, cuyos héroes musicales fueron Queen o Led Zeppelin, ya no va a haber más héroes. Aunque salga un tipo con el talento del gran Freddie Mercury, para muchas de estas personas, nunca habrá alguien como ese artista cuya música le lleva acompañando desde sus primeras fiestas de adolescencia, en el momento en que conoció a su mujer o cuando se fumó su primer canuto. Es normal. Por mucho que salga dentro de 5 años un grupo de la calidad de aquellas bandas, para ese público ya no hay ni habrá artistas como los de antes. Entonces creo que el Rock necesita como dice la canción de Sobredosis: “Sangre joven para el Rock & Roll, sangre nueva para que nunca muera”.
Para que el público joven se interese en este estilo de música, tiene que haber grupos de gente joven que crezcan con ellos;y para que haya grupos nuevos de Rock, tiene que haber una industria que apueste en construir carreteras de jóvenes artistas. Y eso requiere una inversión. Artistas más jóvenes que te recordarán que la creatividad no fue algo que un Dios arrojó sobre la faz de la tierra solo entre 1950 y 1980: Beth Hart, Imelda May, Joe Bonamassa, John Mayer, Alter Bridge, Eclipse, The Answer… Grandes artistas de ahora.
Habría que volver a esos tiempos en los que el Rock’n’Roll significaba algo más que tan solo negocio. Esos tiempos en los que, unos chavales llamados The Rolling Stones, esperaban en las puertas de los estudios Chess records para decirle a su héroe, Muddy Waters, que el nombre de su banda es gracias a una de sus canciones. A los tiempos en los que una letra de Bob Dylan podía dar esperanza y cambiar el modo de pensar de una generación. Época donde artistas de 20 años devolvían al mundo el blues que ya se había olvidado. Esa música que provenía de la mezcla de culturas, como casi todo lo bueno en el mundo. “Sí, rockeros millonarios que ahora queréis cerrar las fronteras de vuestros países, no os olvidéis de donde viene todo. Al fin y al cabo, solo estáis tocando Blues de inmigrantes africanos”.
Lemmy Kilmister
Por desgracia, en esta época se oye mucho hablar de la muerte del Rock, de que no hay artistas como los de antes, de que no hay relevo generacional, etc. Mientras tanto, perdemos a artistas como Prince, Gary Moore, Michael Jackson, Lemmy, David Bowie, Dio,… en definitiva, artistas irrepetibles por su inigualable talento y carisma. Puede que todo en esta vida, incluido el Rock (muy a mi pesar) tenga un final. O que en 10 años, cuando no tengamos festivales ni más músicos de verdad que disfrutar en directo sea cuando, por necesidad, se produzca el cambio generacional.
No hay casi música en la TV y menos música Rock; es muy difícil encontrar radios o festivales que den cabida a los nuevos talentos; y muchas discográficas cada vez amplían más sus catálogos con recopilaciones de grandes éxitos de temas del pasado que de apuestas por artistas nuevos. Sumo y sigo…
Sin embargo y, pese a toda esta lluvia, quedamos bastantes locos luchando a contracorriente ante la adversidad. Algunos,como un servidor que escribe estas líneas, haciendo discos y canciones; otros jóvenes emprendedores cuya fe ciega les hace seguir en el “negocio” discográfico; promotores (muchas veces fans) que son los únicos en apostar por llevar a sus ciudades a su banda favorita, ésa que jamás entraría en la programación de “cultura” del pueblo o ciudad; emisoras de radio, algunas de renombre y muchas independientes, con programas dedicados a la música de calidad desde hace 30años; etc. Todo esto por una pasión a una música cuyo nivel de autenticidad se puede comparar con pocas…
El arte es eso que todos tenemos dentro pero que solo algunos saben expresar. Por eso nos identificamos con canciones, cuadros o libros y los hacemos nuestros y, en la mayoría de los casos, mejoran de manera favorable nuestra vida. Yo me pregunto qué tipo de sociedad estamos construyendo que no valora esta vocación y sin la que, a mi entender, el mundo sería un cementerio.
También a veces este mundo del arte es extraño. Se confunde el verdadero arte con lo que solo es un negocio. “Artistas” que generan miles de euros y que se apuntan al carro del mundo de la música sin ni siquiera saber lo que es el amor por un instrumento, sin saber lo que es el haber estado en tu cuarto encerrado durante horas para mejorar. El estado precario de la música de hoy en día representa muchas cosas de la sociedad actual. Refleja esta mierda de época donde ya no sorprende por ejemplo que un político robe, sino que incluso se convierta en ídolo porque tú harías lo mismo si estuvieses en su lugar.
Puede ser nostalgia, pero en mi época de estudiante, veías los parques de al lado de tu casa llenos de gente. Muchos de los chavales con guitarras cantando canciones mientras bebían su birra, creando a la vez que disfrutaban o se pillaban su primer “colocón”. O esperando con emoción ese concierto de Los Suaves o Héroes del Silencio en las fiestas de tal barrio de Madrid.
No sé si muchos de los adolescentes de ahora sabrían apreciar un disco, palparlo, coger el libreto, preocuparse de quien grabó tal o cual solo de guitarra o de quien lo produjo. La verdad es que se ha perdido mucho romanticismo en esto. No es culpa suya. Ellos ya han nacido en una generación diferente en la que descargarse la última aplicación de moda importa más que irte al coche a escuchar un disco al completo, sin hacer nada más o sin estar pendiente del “whatsapp”.
También ahora está muy de moda ver a un chaval de 10 años en Youtube, tocando con una técnica brutal en el dormitorio de su casa. Eso es estupendo, pero ser músico es salir a la carretera, vivir historias, curtirte en salas de mala muerte, grabar tu propia música y defenderla, recibir críticas… Solo cuando pasas todo eso, es cuando puedes tocar algo que salga de lo más profundo de tu alma. Y ahora muchos chavales no lo hacen no porque no quieran, si no porque no hay como hacerlo.
Con el avance de la tecnología no hace falta la afinación, ya que existe ese aparato que se encarga de afinar por ti; no hace falta que toques bien la batería, ya que existe ese aparato que coloca todos los bombos a tiempo para que parezca que tocas perfecto; no hace falta que practiques un solo de guitarra, lo tocas a mitad de tempo y luego ese aparato le da más velocidad… No tengo nada en contra de que se utilice la tecnología para mejorar grabaciones. Yo mismo lo hago. Pero una cosa es utilizarla como herramienta de apoyo, y otra cosa es enmascarar a gente que tiene CERO de músico para que parezca un verdadero artista. Antes de la tecnología, solo iba al estudio a grabar quien había estado tocando horas y horas durante años el instrumento para llegar a ser un buen músico.
El Rock se está empezando a parecer demasiado a esa especie en peligro de extinción que los ecologistas llevan años diciéndonos que hay que cuidar o va a desaparecer. Puedes hacer como aquí no pasa nada, mirar hacia otro lado o pensar que alguien ya hará algo para solucionarlo. Pero luego no nos lamentemos.
Yo, por mi parte, seguiré en este viaje.
Jorge Salán 15/08/16
“El Rock And Roll es Búmeran,
La Voz de tu Generación.
Es tu cultura, es tu identidad.
El Rock es un Búmeran,
Por eso siempre volverá”.